- Área: 8925 m²
- Año: 2009
-
Fotografías:Adria Goula, Jordi Castellano
-
Proveedores: Airfal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El programa mixto de viviendas y equipamientos viene condicionado por unas altas restricciones económicas que obligan a aprovechar al máximo lo mejor del lugar: unas espectaculares vistas sobre Barcelona con el mar en el horizonte. Orientación y topografía acaban de definir la estrategia de implantación. El equipamiento resuelve el salto topográfico y se convierte en plataforma desde donde emergen las viviendas, que se organizan en forma de L y se orientan todas a Sur.
Aprovechamos las ventajas del clima mediterráneo y proporcionamos a cada vivienda una gran terraza que organiza el programa de la vivienda. Esta terraza se entiende como un vacío, una excavación sobre la masa blanca del volumen edificado el tamaño supera la escala de la vivienda y dialoga directamente con el edificio y la ciudad. Las unidades se alternan planta a planta formando un tresbolillo de blanco y negro como un tablero de ajedrez que, por repetición, se convierte en una textura que viste y caracteriza el edificio.
Las terrazas funcionan como condensadores de vida. Es el lugar donde se producen las actividades domésticas y cívicas de los usuarios y se muestran hacia la ciudad. Son como el patio central de las casas de las Kashba argelinas pero colocados en un plano vertical. Cada usuario se apropia de ella de una manera diferente, la suya. El conjunto de todas las actuaciones y actividades de los usuarios quedan integrados en el volumen del edificio para la posición interior de la terraza. La arquitectura es invadida por las actividades cotidianas de los usuarios y se muestra en la ciudad. El color blanco hace de telón de fondo, unificando todo, como hace la nieve caída sobre el paisaje.